Ferulización en la Rehabilitación de Quemaduras: ¿Debemos Priorizar el Uso de Férula Diurna o el Ejercicio?Equilibrar la Férulas en la Rehabilitación de la Mano Quemada con el Movimiento Activo
- Vita Yu-Hsien TU
- 8 jul
- 5 Min. de lectura
Vita Yu-Hsien TU, Terapeuta Ocupacional y Gerente de Proyecto
Sunshine Social Welfare Foundation

Dada su efectividad, ¿Usar férulas todo el día es la mejor estrategia? Si un solo método de rehabilitación pudiera ofrecer resultados óptimos, sin duda sería ideal, pero la rehabilitación rara vez es tan sencilla. Las férulas pueden parecer una solución fácil, ya que su uso solo requiere de una aplicación adecuada. Por el contrario, hacer ejercicios requiere esfuerzos activos que pueden ser agotadores e incluso los pacientes pueden encontrarlos incómodos o dolorosos. Si se les da la opción, muchos pacientes podrían optar por las férulas en lugar de los ejercicios. Sin embargo, es necesario un enfoque equilibrado. Por ejemplo, por la noche, cuando los pacientes están en reposo, el uso de férulas es la intervención preferida. Durante el sueño, las férulas ayudan a mantener la mano en una posición óptima, apoyando el progreso logrado durante la rehabilitación realiza durante el día y previniendo una pérdida significativa de la movilidad articular. Las férulas nocturnas son una parte esencial y eficaz de la rehabilitación de la mano quemada. Pero ¿Qué pasa con la rehabilitación diurna? ¿Deberían las férulas tener prioridad sobre los ejercicios?
La Ferulización y los ejercicios tienen diferentes propósitos.
La ferulización en la rehabilitación es un enfoque terapéutico ampliamente utilizado para el manejo de quemaduras en las manos. Los objetivos de la ferulización incluyen:
Inmovilizar las extremidades para promover la cicatrización de heridas.
Proteger las estructuras anatómicas.
Restaurar la función y prevenir deformidades.
Restringir los movimientos indeseables.
Corregir las deformidades.
Compensar los músculos dañados o debilitados.
Pero como se discutió en nuestro artículo sobre Maximizar la recuperación de quemaduras con Rango de Movimiento Activo (AROM) y Estiramiento: Una guía para ejercicios terapéuticos para quemaduras, el objetivo final de la rehabilitación de quemaduras es restaurar la capacidad del paciente para realizar movimientos suaves y funcionales, y los ejercicios activos son cruciales para lograrlo. Los ejercicios fomentan el desarrollo de fuerza, coordinación y flexibilidad, que son esenciales para regresar a las actividades diarias. Las férulas por sí solas no pueden lograr esto. Los ejercicios también permiten la integración funcional. Los ejercicios diurnos a menudo imitan o involucran tareas funcionales, ayudando así a los pacientes a reaprender y adaptar los movimientos necesarios para las actividades de la vida diaria. Por ejemplo, practicar la fuerza de agarre o la destreza de los dedos puede aplicarse directamente en actividades como comer, escribir o vestirse.
Férula Diurna vs. Ejercicio: Consideraciones clave
Al planificar la rehabilitación diurna, tenga en cuenta las siguientes consideraciones para integrar el uso de férulas y ejercicios de manera eficaz:
1. Evaluar la necesidad de inmovilización
Identifique si es necesaria la inmovilización, por ejemplo, proteger heridas o estructuras delicadas. Si se requiere inmovilización, es fundamental el uso continuo de férulas y se deben posponer los ejercicios durante esta fase. Por ejemplo, los ejercicios están contraindicados durante la fase de cicatrización en caso de quemaduras en el dorso de la mano, especialmente si la herida sobre el dorso es profunda o si la herida afecta las articulaciones interfalángicas proximales (IFP) con tendones expuestos. Por otro lado, si no existen contraindicaciones para el ejercicio y el rango de movimiento del paciente aún no se ha visto restringido, es mejor priorizar los ejercicios activos de rango de movimiento en lugar del uso de férulas. La inmovilización excesiva puede causar rigidez articular, contractura y adherencias de tejidos blandos, por lo que el posicionamiento y la ferulización deben realizarse junto con los planes de ejercicios.
2. Priorizar los problemas de las articulaciones adyacentes
Evaluar todos los problemas articulares adyacentes. Por ejemplo, si la articulación interfalángica proximal (IFP) necesita inmovilización para la cicatrización de la herida, mientras que la articulación metacarpofalángica (MCF) requiere una mejor flexión, la inmovilización de la IFP debe tener prioridad. Comprender la jerarquía de prioridades garantiza que las actividades de rehabilitación, incluido el uso de férulas, aborden cada problema de forma sistemática.
3. Definir el propósito, el Diseño y el Cronograma de uso de la férula
Una vez aclarados los problemas y las prioridades, determinar el propósito de la férula, el diseño adecuado y el cronograma de uso. Por ejemplo, si la articulación interfalángica proximal (IFP) requiere inmovilización, se debe usar una férula de canal para dedo de forma continua. Las actividades de rehabilitación para mejorar la flexión de la articulación MCF pueden realizarse mientras la férula de canal para dedo esté colocada. Por la noche, se debe mantener la férula para el canal del dedo. Según el caso, los terapeutas también pueden considerar agregar una férula funcional para apoyar la posición de la articulación MCF.
Uso de Férulas y Ejercicios: Cómo encontrar el equilibrio
Las férulas son solo una parte del proceso de rehabilitación y deben integrarse en el plan terapéutico general. En particular, no se deben descuidar los ejercicios activos debido al uso de férulas. Para resolver el dilema de priorizar las férulas o los ejercicios durante la rehabilitación diurna, considere estos factores: la necesidad de inmovilización, la prioridad de los problemas articulares adyacentes y el propósito, el diseño y el momento de uso de las férulas. Con este enfoque estructurado, puede aclarar las funciones de las férulas tanto en aplicaciones diurnas como nocturnas y resolver la cuestión de qué debe tener prioridad durante el día: las férulas o los ejercicios.
Ferulización en la Rehabilitación de Quemaduras: Caso de rehabilitación del dedo meñique
Un paciente presentó buenos ángulos de flexión/extensión de la articulación MCF en el meñique, pero una extensión limitada de la IFP y desviación cubital causada por la tensión cicatricial que se extendía desde las caras dorsal y cubital del dedo hasta la palma. Para abordar estos problemas, fue necesario limitar el movimiento de la articulación MCF para mantener la extensión de la IFP y reducir la desviación cubital. Sin embargo, restringir el movimiento de la articulación MCF podría afectar la función de la mano.
Para gestionar esto, el terapeuta adoptó la siguiente estrategia:
Noche: El paciente usó una férula más grande para posicionar la articulación IFP en extensión y reducir la desviación cubital.
Durante el día: se utilizó una férula de canal para el dedo meñique para mantener la extensión de la articulación IFP y al mismo tiempo permitir la movilidad funcional de la articulación MCF para las actividades diarias.
Este enfoque abordó el problema principal (extensión limitada de la IFP) tanto de día como de noche. El problema secundario (desviación cubital) se abordó por la noche, mientras que las actividades diurnas priorizaron la movilidad. Esta estrategia equilibrada garantizó una rehabilitación eficaz sin comprometer la funcionalidad diaria del paciente.



Conclusión
La ferulización es una parte integral de la rehabilitación de quemaduras, pero debe estar alineada con los objetivos generales de la terapia y combinarse con ejercicios activos. La clave reside en equilibrar el uso de las férulas y el movimiento activo para favorecer la recuperación funcional.
Al planificar la rehabilitación:
Evaluar la necesidad de inmovilización.
Priorizar los problemas que afectan las articulaciones adyacentes.
Definir el propósito, el diseño y el cronograma de uso de la férula.
Comentarios