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Prendas de presión y heridas. ¿Usar o No usar?

Lic. Vita TU, Gerente de Proyectos y Terapeuta Ocupacional

 
© Sunshine Social Welfare Foundation

Las prendas de presión se consideran parte estándar en el cuidado o manejo de las cicatrices posteriores a una quemadura. Al aplicar presión sobre las cicatrices, las prendas contribuyen a controlar el crecimiento de cicatrices hipertróficas y promueven la maduración de las mismas. Pero los terapeutas a menudo se enfrentan al problema de las heridas. Las heridas pueden estar ya presentes en la superficie de la piel y el terapeuta dudará en usar prendas de presión. O la fricción causada por el uso de prendas de presión nos puede causar nuevas heridas y los terapeutas dudarán en continuar con el uso de prendas de presión. En esta publicación, explicaremos por qué es importante tener en cuenta las heridas al decidir si las prendas de presión son una intervención de terapia de presión adecuada, así como qué debemos evaluar para tomar nuestra decisión.


¿Por qué importan las heridas?

Las heridas son importantes porque no podemos interferir en su proceso de curación. Un tiempo de curación de heridas más largo afectará la cicatrización y puede aumentar el riesgo de complicaciones, como son las infecciones. Las heridas sobre las articulaciones pueden empeorar y causar daño a los tejidos y estructuras subyacentes, como los tendones. Las heridas pequeñas pueden causar una gran incomodidad a los pacientes al hacer que cada movimiento sea doloroso. Esto no solo afectará las actividades de la vida diaria de los pacientes, sino que también puede reducir en gran medida su motivación para realizar la rehabilitación y el cumplimiento de su programa de rehabilitación.


Las heridas recientemente re-epitelizadas tienen un color rosa claro. En este momento, la epidermis y la dermis aún no han formado una estructura de puentes estrechamente conectada. Como resultado, la fricción transversal y el cizallamiento entre la epidermis y la dermis hacen que la piel se rompa y se ampolle con facilidad, provocando nuevas heridas [1]. Esta condición de inestabilidad de la piel puede durar varios meses. Debido a que el uso de prendas de presión puede causar fricción en la piel, es importante que evaluemos la estabilidad de la piel y el estado de las heridas antes de iniciar una intervención de terapia de presión en particular.


¿Cómo evaluar si se pueden usar prendas de presión?

Para determinar la estabilidad de la piel, el terapeuta puede observar la piel, pero también preguntar al paciente quemado y a los cuidadores si la piel tiende a romperse fácilmente debido a la fricción causada por el uso de ropa, gasas, vendajes y prendas de presión, o por rascarse para aliviar la picazón [2]. Si las heridas ya son visibles, el terapeuta puede observar la ubicación, el tamaño, la profundidad, el color y el exudado de las heridas.


En términos generales, las prendas de presión se pueden usar si hay pequeñas heridas o ampollas dispersas. Podemos usar una capa protectora de gasa sobre la piel y debajo de la prenda de presión para reducir la fricción de las prendas. Sin embargo, el uso de prendas de presión debe posponerse o suspenderse en las siguientes circunstancias:

  1. La cicatriz aún está “fresca” y la piel aún es muy inestable. El uso de prendas de presión crearía o causaría fácilmente heridas (Foto 1).

  2. El paciente tiene heridas mayores a los 2.5 cm de diámetro [3].

  3. El paciente tiene heridas más pequeñas, pero su profundidad o su ubicación hacen corren el riesgo de dañar a tejidos subyacentes. Por ejemplo, una herida en el lado dorsal de la articulación del dedo puede causar dañar en los tendones.


En estos casos antes mencionados, es mejor aplicar presión sobre las cicatrices utilizando vendas elásticas o vendas elásticas autoadhesivas como Coban (Foto 2). Una vez que la piel está más estable y las heridas han comenzado a cicatrizar, se pueden usar las prendas de presión.


Mano con cicatrices de quemaduras y herridas
Foto 1: La piel se encuentra en su fase inestable, el uso de prendas de presión nos provocará más heridas en el paciente.

Uso de vendaje Coban sobre mano con cicatrices de quemaduars
Foto 2: En el caso de que sea necesario posponer o interrumpir el uso de prendas de presión, se pueden utilizar vendas autoadhesivas o vendas elásticas como intervenciones de terapia de presión.

Sea creativo adaptando, modificando o combinando intervenciones de terapia de presión

Al recordar las circunstancias anteriormente mencionadas durante su evaluación, podrá determinar si el uso de prendas de presión es la mejor opción en ese momento específico. Pero es posible que, para algunas áreas específicas, las prendas de presión todavía no sean recomendable. En lugar de posponer aún más el uso de prendas de presión, se pueden hacer modificaciones a las prendas o se pueden usar en combinación con otras herramientas de terapia de presión para reducir así la presión sobre áreas específicas que tengan mayor riesgo de desarrollar heridas (Foto 3).


Guante de presión para mano quemada
Foto 3: Una vez que la piel esté más estable, se puede comenzar o reanudar el uso de prendas de presión. En esta foto, todavía hay una herida presente en el lado dorsal de la articulación IFP del dedo meñique de la mano derecha. Para aliviar la presión sobre esta articulación, se cortó la costura del guante de la prenda de presión ubicada sobre el dedo meñique y, en su lugar, se usó temporalmente un vendaje autoadhesivo. Más tarde, después de que la herida haya sanado, la costura se puede coser de nuevo y el guante se puede usar normalmente sobre el dedo meñique.

¡Recuerda estos consejos para evaluar mejor si las prendas de presión son la intervención adecuada!

  • Es importante controlar el crecimiento de la cicatriz a través de la terapia de presión, pero las intervenciones no deben interferir con el proceso de cicatrización de las heridas y no deben provocar heridas adicionales o agravar las ya existentes.

  • Posponer o suspender el uso de prendas de presión si:

    • La cicatriz aún está “fresca” y la piel aún muy inestable.

    • El paciente tiene heridas mayor a 2.5 cm de diámetro.

    • El paciente tiene heridas más pequeñas, pero por su profundidad o por su ubicación corren el riesgo de dañar los tejidos subyacentes.

  • Sea creativo con las herramientas de terapia de presión. Las prendas se pueden modificar o se pueden usar en combinación con diferentes herramientas de terapia de presión para reducir o disminuir la presión sobre las áreas con mayor riesgo de desarrollar heridas.

  • Realice seguimientos frecuentes para controlar los cambios, identificar rápidamente los problemas y ajustar la intervención cuando sea necesario.


Referencias:

[1] Ira D. Papel, Principles of Facial Plastic and Reconstructive Surgery. In: Facial Plastic and Reconstructive Surgery. Thieme, 2011.

[2] Wound Care & Scar Management after Burn Injury. Produced by Model Systems Knowledge Translation Center. 2011.

[3] Richard, R.L. & Staley, M.J. Scar Management. In: Burn Care of Rehabilitation: Principle and Practice. Philadelphia (1994): F.A. Davis Company.

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