Lic. Vita TU, Terapeuta Ocupacional, Sunshine Social Welfare Foundation
Cuando se trata de quemaduras en las manos, los ejercicios son una de las estrategias de intervención que utilizamos los terapeutas para prevenir o minimizar las complicaciones como son las contracturas, que pueden provocar una deformidad grave. Como parte de su "arsenal", los terapeutas pueden usar varios tipos de ejercicios: pasivos, activos, de estiramiento, de fortalecimiento muscular, etc. Pero el tipo, la frecuencia y la intensidad del ejercicio deben ser considerados cuidadosamente en función de la ubicación y la extensión de la lesión para evitar causar daños secundarios. Esto es especialmente cierto en el caso de la articulación interfalángica distal (IFD).
Explicación anatómica
A nivel de la articulación interfalángica proximal (IFP), el tendón extensor común (ECD) se divide en dos bandas laterales, que finalmente se fusionan con el tendón terminal a nivel de la articulación interfalángica distal. El tendón terminal del tendón extensor común de los dedos es el principal responsable de la extensiónIFD [1]. El tendón terminal aplanado se une a la base de la falange distal y se fusiona con la cápsula articular. Debido a su corto recorrido que es de solo unos 4 mm, incluso una brecha muy pequeña puede provocar una falta de extensión y, por lo tanto, un retraso en la extensión [2].
En un estudio realizado por Satoshi et al., se utilizaron imágenes de tomografía computarizada para analizar los movimientos de agarre de los dedos pulgar e índice, y la flexión de las articulaciones MCF, IFP y IFD al levantar objetos de diferentes tamaños. El estudio encontró que las articulaciones MCF y IFP ajustaron significativamente su ángulo de flexión y postura de acuerdo con el tamaño de los objetos, mientras que el ángulo de flexión y la postura de la articulación IFD no cambiaron mucho y tendieron a ser fijos [4]. En el desempeño general de la función de la mano, el rango de movimiento requisito para las articulaciones IFD no es tan alto como para las articulaciones IFP y MCF. Esto significa que incluso con alguna limitación de IFD, la función de la mano no se verá afectada significativamente y el paciente aún podrá realizar el agarre.
¿Por qué no se recomiendan los ejercicios de flexión pasiva para las articulaciones IFD?
El tendón extensor en la articulación IFD tiene menos elasticidad que otros tendones. Además, esta zona está menos vascularizada, lo que hace que el tendón sea más vulnerable a lesiones [1]. Debido a la falta de elasticidad del tendón terminal, el estiramiento por flexión pasiva en sí mismo puede hacer que el tendón terminal se afloje demasiado o incluso se rompa, lo que afectará los movimientos activos.
Las quemaduras también pueden causar daños, que luego pueden volverse más graves cuando se realiza la flexión pasiva. Las quemaduras pueden afectar el deslizamiento del tendón terminal extensor de diferentes maneras: (1) exposición directa al calor que causa la lesión; (2) hipoxia causada por estar atrapado entre una escara o cuando el IFD está en flexión; (3) reducción del deslizamiento del tendón causado por la adhesión del mecanismo extensor [3]. Todo esto resultará en la limitación del movimiento activo IFD.
Debido a que existe un mayor riesgo de dañar el tendón, y también porque el requisito de flexión de la IFD para realizar el movimiento de agarre es mínimo para empezar, es mejor evitar los ejercicios de estiramiento de flexión pasiva para la articulación IFD y, en su lugar, optar por ejercicios activos que cargan menos riesgo de causar lesiones y crear más complicaciones.
Referencias
[1] Rebecca Bassett, Extensor tendon injury of the distal interphalangeal joint (mallet finger). https://www.uptodate.com/contents/extensor-tendon-injury-of-the-distal-interphalangeal-joint-mallet-finger
[2] Kai Megerle & Günter Germann, Extensor tendon injuries., Plastic Surgery Key-Fastest Plastic Surgery & Dermatology Insight Engine. https://plasticsurgerykey.com/extensor-tendon-injuries/
[3] Cathy N. H., Reginald L. R., and Marlys J. S.: Soft tissue Management and Exercise. In Reginald L. R. and Marlys J. S.(ed): Burn Care and Rehabilitation-Principles and Practice. F. A. Davis Company, 1993, P349.
[4] Satoshi S., Yoshiaki N., Masataka N. and Hideharu S., Flexion Angles of Finger Joints in Two-Finger Tip Pinching Using 3D Bone Models Constructed from X-Ray Computed Tomography (CT) Images. Appl Bionics Biomech. 2020 Sep 10. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7501542/