Consideraciones especiales para las prendas de presión en niños quemados
- Yu-Li SUNG

- hace 3 días
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Yu-Li Sung, Fisioterapeuta y Directora, Medical Device Center
Sunshine Social Welfare Foundation

Las prendas de presión desempeñan un papel fundamental en el control del crecimiento hipertrófico de cicatrices en los niños posterior a las quemaduras. Debido a su rápido crecimiento y a la mayor producción de colágeno, los niños pequeños son más propensos a la formación de cicatrices "exuberantes". El uso adecuado de las prendas de presión puede ayudar significativamente en el manejo de las cicatrices, pero los terapeutas de rehabilitación de quemaduras deben considerar varios factores específicos al trabajar con pacientes pediátricos. Esta publicación destaca los beneficios, así como las consideraciones especiales para las prendas de presión en niños quemados.
Por qué las prendas de presión son esenciales para los niños quemados
La piel de los niños produce colágeno más rápidamente que la de los adultos mayores como parte del proceso natural de crecimiento y cicatrización del cuerpo. Si bien esta capacidad ayuda a un cierre más rápido de las heridas, también puede provocar una acumulación excesiva del colágeno, lo que resulta en cicatrices gruesas y elevadas . Si no se tratan, las cicatrices pueden causar limitaciones funcionales y problemas estéticos. Las prendas de presión ayudan a controlar el crecimiento de las cicatrices mediante la aplicación de presión.
Además, las cicatrices que no han madurado suelen causar prurito o picazón intensa, lo que hace que los niños sean propensos a rascarse, a veces hasta el punto de causar lesiones en la piel. Las prendas de presión pueden actuar como barrera protectora, minimizando el daño a la piel causado por el rascado. Los terapeutas pueden aconsejar a los padres que alivien la picazón con suaves palmaditas en la zona o aplicando una compresa fría para calmar la piel.
Consideraciones especiales sobre las prendas de presión en niños quemados
Si bien las prendas de presión ofrecen beneficios significativos, deben usarse con cuidado para adaptarse a las necesidades de desarrollo únicas de cada niño. Los huesos, músculos y tejidos blandos de los niños están en continuo desarrollo. La presión excesiva o prolongada de las prendas puede provocar deformidades esqueléticas o dentales no deseadas. Diversos estudios han documentado estas alteraciones en niños sometidos a terapia con prendas de presión para quemaduras faciales. Por ejemplo, las investigaciones indican que el uso de prendas de presión puede alterar el crecimiento facial, inhibiendo el crecimiento horizontal maxilar y el crecimiento anteroinferior mandibular durante el periodo de uso de las prendas de presión. Si bien el crecimiento y desarrollo de los huesos faciales parecen normalizarse tras suspender el uso de las prendas, es posible que persistan algunos cambios duraderos [1].
Para equilibrar el manejo de las cicatrices con las necesidades de desarrollo, el terapeuta puede tomar o utilizar las siguientes precauciones:
1) Pausas programadas para el uso.
Los terapeutas deben recomendar pausas programadas durante el día. Por ejemplo, el niño puede quitarse la ropa antes del almuerzo y volver a ponérsela después de una siesta. Estos descansos deben estar alineados con la rutina diaria del niño para minimizar las interrupciones y la resistencia. Es importante que las pausas no excedan de una hora para evitar que las cicatrices se eleven o se inflamen.
2) Programar controles o seguimientos frecuentes.
Los niños crecen rápidamente y las prendas pueden quedar demasiado apretadas, lo que limita el movimiento o compromete su eficacia. Los controles mensuales son cruciales para evaluar el ajuste, realizar ajustes o solicitar nuevas prendas de presión.
3) Involucrar a los padres y cuidadores.
Los terapeutas deben brindar una guía clara a los padres, ayudándolos a comprender la importancia del uso constante, a la vez que se adaptan a la comodidad del niño y a sus actividades diarias. Educar a los cuidadores sobre el cuidado adecuado de las prendas, incluyendo la limpieza y el mantenimiento, garantiza que se mantengan eficaces e higiénicas. Dado que la fricción de la tela de la prenda de presión sobre la piel puede ocasionalmente causar irritación o pequeñas heridas, especialmente en niños activos, los terapeutas también deben enseñar a los padres a inspeccionar o revisar la piel del niño regularmente para detectar signos de enrojecimiento, ampollas o irritación, e informar cualquier inquietud de inmediato.
4) Abordar los desafíos del cumplimiento.
Los niños pueden resistirse a usar prendas de presión debido a la incomodidad o la restricción en los movimientos. Los niños mayores también pueden sentir que las prendas los hacen parecer llamativos y pueden volverse muy conscientes de la reacción de sus compañeros.
Las estrategias para mejorar el cumplimiento incluyen:
Usar telas con estampados o colores brillantes, o agregar calcomanías bonitas a la ropa para hacer que las prendas sean más atractivas.
Fomenta su uso durante el juego u otras actividades divertidas.
Involucrar a los niños en su rutina de cuidado para fomentar la cooperación.
Practicar diferentes escenarios o situaciones con los niños para ayudarlos a estar mejor preparados para responder preguntas de amigos o desconocidos.
Conclusión
Las prendas de presión son herramientas invaluables para el manejo de las cicatrices por quemaduras pediátricas, pero su uso requiere una planificación y un seguimiento minuciosos. Al comprender las necesidades y los patrones de crecimiento únicos de los niños, los terapeutas pueden optimizar el manejo de las cicatrices, garantizando al mismo tiempo la seguridad y la comodidad.
Referencias
[1] Fricke, N. B., Omnell, M. L., Dutcher, K. A., Hollender, L. G., & Engrav, L. H. (1999). Skeletal and dental disturbances in children after facial burns and pressure garment use: a 4-year follow-up. The Journal of burn care & rehabilitation, 20(3), 239–249.






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