Nivel de presión en las prendas de presión: ¿Es realmente mejor que estén más ajustadas?
- Yu-Li SUNG
- 5 ago
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Lic. Yu-Li SUNG, Fisioterapeuta y Directora
Medical Device Center, Sunshine Social Welfare Foundation

Como su nombre lo indica, la terapia de presión utiliza la aplicación de presión para controlar la proliferación de cicatrices. Muchas personas suelen suponer o asumir que aumentar la presión en las prendas de presión necesariamente mejoraran los resultados. ¿Cómo explicar que este es un malentendido común y por qué una presión más alta no significa necesariamente mejores resultados?
Este malentendido se debe a la simplificación excesiva de la relación entre la presión y el control de las cicatrices. Si bien es cierto que la presión puede ayudar a controlar la hipertrofia de las cicatrices, la eficacia de este enfoque depende de lograr una presión óptima, no simplemente de aumentarla indiscriminadamente. A continuación, se explica por qué una presión más alta no garantiza mejores resultados y cuáles son los factores que debemos tener en cuenta.
Nivel de presión en las prendas de presión: literatura versus la realidad clínica
La literatura recomienda que la presión sea de 25 milímetros de mercurio y supere la presión capilar para provocar cambios en las cicatrices [1]. Algunas investigaciones también señalan que una presión entre 25 y 35 milímetros de mercurio puede acelerar el proceso de maduración de las cicatrices.
En la realidad de nuestra práctica clínica, nos encontramos con que las recomendaciones de la literatura a veces pueden ser difíciles de cumplir. En primer lugar, es difícil lograr esta presión recomendada de manera uniforme en todas las áreas del cuerpo. La presión en áreas con una circunferencia pequeña, como las muñecas, pueden alcanzar de 20 a 25 milímetros de mercurio, pero la presión en áreas como el tronco, los glúteos y las mejillas apenas pueden alcanzar los 25 milímetros de mercurio incluso con la ayuda de plantillas. En segundo lugar, el uso diario de un dispositivo de mapeo de presión en la práctica clínica para verificar o revisar cada prenda resulta poco práctico.
Sin embargo, en 2016, realizamos un seguimiento durante seis meses de los efectos de diferentes niveles de presión sobre el enrojecimiento de las cicatrices, un indicador de la vascularización y maduración de la cicatriz. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a un grupo de “presión alta” (20-30 mmHg) o a un grupo de “presión media” (10-18 mmHg). Si bien el enrojecimiento de la cicatriz disminuyó en ambos grupos, el grupo de presión alta mostró una mejora más consistente. Sin embargo, este grupo también experimentó más complicaciones, como heridas por fricción en las articulaciones y edema periférico en manos y pies. Aunque estos hallazgos coinciden con la literatura que respalda 20-30 mmHg para la maduración de la cicatriz, también resaltan la necesidad de equilibrar los niveles de presión con los posibles efectos secundarios.
Los posibles efectos secundarios de una demasiada presión
La presión debe ser la “justa o adecuada” para que sea efectiva. Una presión demasiado insuficiente puede no proporcionar el estímulo necesario para remodelar el tejido cicatricial, mientras que demasiada presión puede dañar la piel y las estructuras subyacentes. Aplicar demasiada presión puede provocar efectos secundarios que empeoran la condición del paciente, como:
Edema periférico en manos y pies (especialmente si la presión proximal es mayor que la presión distal).
Entumecimiento y cianosis de las extremidades.
Lesiones o úlceras en la piel por fricción o compresión excesiva. Estas heridas no cicatrizan fácilmente debido a la fricción repetida de la tela sobre la piel.
Restricción de la movilidad articular, dando lugar a rigidez o contracturas.
Dificultad para respirar si el movimiento del pecho está restringido en el caso de que el chaleco de presión esté demasiado apretado.
Una mala postura, como hombros encorvados o redondeados, puede ser causada por prendas demasiado ajustadas.
Limitación del crecimiento del esqueleto o de los tejidos blandos. Esto puede ser especialmente problemático en el caso de los niños.
Demasiada presión también puede comprometer la comodidad y el cumplimiento del paciente. Queremos que los pacientes usen prendas de presión durante 23 horas todos los días , pero una presión excesiva puede hacer que las prendas sean incómodas o incluso dolorosas de usar, lo que reduce el cumplimiento del paciente. Una prenda de presión bien diseñada debe ser tolerable durante períodos prolongados, ya que el uso constante es crucial para el manejo eficaz de las cicatrices. Si una presión más alta conduce a un menor tiempo de uso, los beneficios previstos de las prendas de presión terminan siendo anulados.
Otros factores a tener en cuenta respecto al nivel de presión
A la hora de determinar el nivel de presión de las prendas de presión, también debemos tener en cuenta estos factores importantes:
Estabilidad de la piel: La estabilidad de la superficie de la cicatriz es crucial para determinar la presión adecuada. Las cicatrices inestables son más propensas a romperse o a formar ampollas bajo presión. En este tipo de cicatrices, se debe aplicar una presión menor para minimizar la fricción. A medida que la cicatriz madura y se vuelve más estable, puede tolerar mejor la fricción, lo que permite un aumento gradual de la presión .
Tolerancia del paciente a la presión: Las prendas de presión pueden ser apretadas e incómodas, lo que dificulta que los pacientes las usen durante las 23 horas recomendadas al día. Además, muchos pacientes sienten que las prendas son calurosas y sofocantes, lo que puede reducir aún más el cumplimiento. Al principio, es importante aplicar una presión menor para ayudar a los pacientes a adaptarse a la prenda. Con el tiempo, a medida que se acostumbren a usarla, la presión se puede aumentar gradualmente para maximizar la eficacia y mantener la comodidad .
Encontrar el equilibrio entre comodidad y eficacia
Entonces, ¿Es más eficaz una presión más alta? No hay una respuesta sencilla. Algunos pacientes prefieren una presión más alta y acuden con frecuencia para ajustar sus prendas a la tensión deseada. Si bien podemos satisfacer esta solicitud, enfatizamos la importancia de la estabilidad de la piel. Enseñamos a los pacientes cómo evaluar el estado de su piel para garantizar que pueda tolerar una presión más alta sin efectos adversos.
Por otro lado, algunos pacientes tienen problemas con una presión más alta y no la toleran. En estos casos, trabajamos con el paciente para encontrar un nivel de presión que sea tolerable y eficaz. El objetivo es evitar situaciones en las que los pacientes dejen de usar las prendas de presión porque les quedan demasiado apretadas o les resultan incómodas. Como terapeutas, es fundamental programar de forma proactiva controles periódicos para comprobar el cumplimiento y evaluar si la presión es demasiado baja o alta.
En nuestra práctica clínica, hemos comprobado que las prendas con nivel de presión más bajo siguen siendo eficaces para promover la mejora de las cicatrices cuando se utilizan de forma constante a lo largo del tiempo. En última instancia, la prenda de presión más ineficaz es aquella que el paciente se niega a usar debido a la incomodidad. Por lo tanto, la clave es lograr un equilibrio entre la comodidad y la eficacia de la presión. Las prendas de presión funcionan mejor cuando se utilizan con cuidado y precisión. No se trata de "más presión", sino de la presión adecuada para la situación del paciente , aplicada de forma constante y de una manera que favorezca la comodidad del paciente y la rehabilitación general.
Referencias:
1. Ai, J. W., Liu, J. T., Pei, S. D., Liu, Y., Li, D. S., Lin, H. M., & Pei, B. (2017). The effectiveness of pressure therapy (15-25 mmHg) for hypertrophic burn scars: A systematic review and meta-analysis. Scientific reports, 7, 40185.
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